Fototipos de piel: respuesta a la radiación solar

No todas las pieles reaccionan igual ante el sol. Mientras algunas personas apenas se broncean sin sufrir daños visibles, otras se queman con facilidad tras pocos minutos de exposición. Esta diferencia no es casual: responde a una clasificación médica conocida como fototipo cutáneo, que nos ayuda a entender cómo responde la piel frente a la radiación ultravioleta (UV) y qué medidas de protección solar necesita cada tipo de piel.
Comprender esta clasificación no solo es útil para elegir un fotoprotector adecuado, sino que también es clave para prevenir quemaduras solares, envejecimiento prematuro y cáncer de piel.
Escrito por Marianela Segura Flores, farmacéutica y docente de INESALUD.
¿Qué es el fototipo y por qué importa?
El fototipo es una forma de clasificar los tipos de piel según su reacción al sol. Se basa principalmente en dos criterios: la capacidad de la piel para broncearse y su tendencia a quemarse. Esta clasificación fue desarrollada por el dermatólogo Thomas B. Fitzpatrick en 1975, y se conoce como la Escala de Fitzpatrick. Se divide en seis categorías, que van desde la piel más clara, que se quema siempre y nunca se broncea, hasta la piel más oscura, que apenas se quema y tiene una protección natural mayor frente a los efectos dañinos del sol.
Identificar tu fototipo de piel no solo te ayuda a saber cuánta protección necesitas, sino también a adaptar tus hábitos de exposición solar. Por ejemplo, una persona de cabello rubio o pelirrojo, con ojos claros y piel muy blanca, no debería exponerse al sol sin protección alta, mientras que alguien con piel morena y cabello castaño puede tolerar algo más de exposición, aunque sigue necesitando cuidado.
Los seis tipos de fototipos de piel
A continuación, se describen los seis fototipos según la Escala de Fitzpatrick:
Fototipo I
Es el más sensible. Corresponde a personas con piel muy clara, a menudo pelirrojas o rubias, con pecas y ojos azules o verdes. Estas personas se queman con mucha facilidad y nunca se broncean. Necesitan un factor de protección solar (FPS) muy alto, evitar la exposición prolongada y protegerse incluso en días nublados.
Fototipo II
También corresponde a piel clara, pero algo menos reactiva. Incluye personas con cabello rubio o castaño y ojos claros o marrones. Aunque pueden llegar a broncearse ligeramente, se queman moderadamente al sol. También necesitan un FPS alto y evitar el sol en horas críticas.
Fototipo III
Es el más común en zonas de clima mediterráneo. Se trata de piel intermedia, que se broncea progresivamente y se quema ocasionalmente. Su color de cabello suele ser castaño y sus ojos marrones. Aunque su piel tiene algo de protección natural, deben aplicar protección solar media-alta, especialmente en verano.
Fototipo IV
Incluye personas con piel morena natural, que se broncean con facilidad y raramente se queman. Su cabello y ojos suelen ser oscuros. Aunque parece que tienen una ventaja frente al sol, no están exentos del daño solar acumulativo ni del riesgo de cáncer de piel. Un FPS medio puede ser suficiente, pero debe aplicarse con regularidad.
Fototipo V
Se asocia con piel oscura, cabello negro y ojos oscuros. Se broncean intensamente y casi nunca se queman. Aunque tienen mayor cantidad de melanina, lo que les otorga una protección natural, eso no significa que estén inmunes a los efectos de la radiación. El uso de protector solar sigue siendo necesario.
Fototipo VI
Corresponde a personas con piel negra. No suelen quemarse al sol y tienen una elevada producción de melanina. Aun así, pueden sufrir fotoenvejecimiento y también están en riesgo de desarrollar cáncer de piel, aunque en menor proporción. También se recomienda el uso de protector solar, especialmente en zonas más sensibles como el rostro.

¿La melanina lo es todo?
La melanina es el pigmento que determina el color de la piel, el cabello y los ojos. Actúa como una defensa natural frente a la radiación UV, ya que absorbe y dispersa parte de esa radiación, protegiendo el ADN de las células cutáneas. Por eso, las personas con piel más oscura tienen una cierta ventaja en términos de protección solar.
Sin embargo, esta ventaja no es absoluta. La radiación ultravioleta puede penetrar profundamente en la piel y dañar las células, aunque no haya quemaduras visibles. De hecho, el cáncer de piel en personas con fototipo alto suele diagnosticarse en fases más avanzadas, porque se detecta más tarde. Por eso, ningún fototipo está completamente libre de riesgo.
Cómo proteger cada tipo de piel
La fotoprotección debe ser una parte diaria del cuidado de la piel, adaptada al fototipo de cada persona. Algunas recomendaciones generales incluyen:
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Elegir un factor de protección adecuado: alto (30-50+) para fototipos I y II, medio (15-30) para fototipos III y IV, y mínimo de 15 para V y VI.
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Evitar la exposición entre las 12:00 y las 16:00, cuando el sol es más intenso.
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Usar sombreros, gafas de sol y ropa protectora.
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Reaplicar el protector solar cada dos horas, especialmente si hay sudor o baños.
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Prestar atención a zonas especialmente sensibles: rostro, orejas, escote y hombros.
Quemaduras solares: un riesgo silencioso
Las quemaduras solares son un signo claro de daño cutáneo. No solo generan dolor e inflamación, sino que acumulan efectos a largo plazo sobre la piel. Cada quemadura, especialmente en edades tempranas, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel, como el melanoma. Por eso, evitar la exposición sin protección es una norma básica para todos los fototipos, especialmente los más claros.
La protección solar no es opcional
Tener piel morena o negra no significa que se pueda prescindir del protector solar. La piel oscura, aunque tiene un mayor contenido de melanina, también envejece con el sol y puede desarrollar lesiones. Además, en estos fototipos algunas lesiones pueden pasar desapercibidas por más tiempo. La prevención es la mejor herramienta en todos los tipos de piel.
Conclusión
Conocer tu tipo de piel frente a la radiación solar es el primer paso para protegerte de manera adecuada. La clasificación por fototipos permite personalizar la fotoprotección y anticiparse a los efectos del sol, tanto inmediatos como acumulativos. Aunque la piel oscura tenga más resistencia natural, todas las pieles necesitan protección, especialmente en verano o en zonas con alta radiación UV.
La clave está en tomar conciencia, protegerse de forma habitual y disfrutar del sol con responsabilidad.
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Referencias
¿Qué es el fototipo y cuántos hay? (2016, September 22). Fundación Piel Sana AEDV; Fundación Piel Sana Academia Española de Dermatología y Venereología. https://aedv.fundacionpielsana.es/prevencion/que-es-el-fototipo-y-cuantos-hay/
The Fitzpatrick Skin Type Classification scale. (2008, May 13). Skin Inc. https://www.skininc.com/science/physiology/article/21882228/the-fitzpatrick-skin-type-classification-scale