Los efectos que tiene el sol en nuestra piel

Cuando pensamos en el sol, se nos vienen a la mente imágenes de días luminosos, energía, bronceado, vitamina D… Sin embargo, detrás de esa cara amable también se esconde un potencial riesgo para la salud, especialmente para la piel. En el último webinar de Fórmula INESALUD, charlamos sobre esto con nuestra docente, la farmacéutica y experta en dermofarmacia Marianela Segura Flores.
Beneficios del sol para cuerpo y mente
Marianela nos recuerda que el sol no es un enemigo, pero sí debemos tenerle respeto. Algunos de sus efectos positivos son:
- Síntesis de vitamina D: esencial para la absorción de calcio y fósforo, fortalecimiento óseo y producción de colágeno.
- Mejora del estado de ánimo: gracias a la regulación del ritmo circadiano y estimulación de la melatonina.
- Beneficios dermatológicos: puede mejorar patologías como la psoriasis o el acné al reducir la inflamación cutánea y estimular el sistema inmunitario.
La otra cara del sol: envejecimiento y cáncer
No todo es luz. La sobreexposición solar tiene consecuencias que pueden ser graves:
- Fotoenvejecimiento: los rayos UVA penetran profundamente en la piel, favoreciendo arrugas, flacidez y manchas.
- Cáncer de piel: los rayos UVB son los principales responsables de las quemaduras solares y de mutaciones celulares.
- Manchas oscuras persistentes: como el melasma, frecuente en embarazadas.
- Fotosensibilidad: alergias cutáneas causadas por la interacción entre sol y ciertos medicamentos.
Muchas de las alteraciones cutáneas que aparecen a partir de los 40 años tienen su origen en exposiciones durante la infancia o adolescencia, cuando la concienciación sobre la fotoprotección era mucho menor.
Tipos de radiaciones solares
- UVA: responsables del fotoenvejecimiento y alergias solares. Penetran profundamente en la piel.
- UVB: generan quemaduras y son las más cancerígenas.
- Infrarrojos (IR): dan esa sensación de “calorcito”, pero potencian el daño de los rayos UV.
Bronceado: ¿moda o riesgo?
El deseo de lucir un buen bronceado sigue siendo algo arraigado a nuestra cultura, pero es un objetivo que no todas las pieles pueden alcanzar sin consecuencias. Hay personas (fototipos I y II) que nunca se broncean: su piel simplemente se quema. Forzar ese bronceado sin cuidar la piel puede derivar en daño celular irreversible.
Por otro lado, hay quien cree erróneamente que, al estar ya moreno, no necesita crema. Falso: el bronceado solo protege parcialmente frente a los UVB, pero no frente a los UVA, responsables del envejecimiento y del daño a largo plazo.
La importancia de usar protección solar
Los fotoprotectores son aliados indispensables. Marianela explica los tipos:
- Físicos (minerales): hacen una “barrera física”. Ideales para pieles sensibles y niños.
- Químicos: absorben la radiación. Su textura es más agradable, ideales para adultos.
- Biológicos: con antioxidantes (como la vitamina E), ayudan a reforzar la protección celular.
Actualmente existen opciones para todos los gustos y necesidades: con color, en spray, resistentes al agua, al sudor, a la arena… Lo importante es elegir según tu fototipo, actividad y entorno.
Además, debemos tener en cuenta:
- Reaplicar el protector cada 2 horas.
- Usarlo todo el año, incluso cuando no sea un día soleado.
- Proteger zonas olvidadas: orejas, manos al conducir, empeines, labios, cuero cabelludo…
- Revisar si tu medicación es fotosensible (ibuprofeno, antibióticos, antihipertensivos…).
Alimentación y complementos: un refuerzo interesante
Alimentos ricos en betacarotenos (zanahorias, tomates, calabaza…) y antioxidantes ayudan a preparar la piel para el sol. También existen suplementos específicos que mejoran la producción de melanina y previenen reacciones alérgicas.
¿Y si ya me he quemado?
La piel que se pela es piel muerta. Se ha producido un daño celular y su descamación es parte del proceso de recuperación. La clave es prevenir la quemadura.
Conclusión
El sol es, sin duda, fuente de vida, salud y bienestar. Pero solo si lo tratamos con respeto y conocimiento. Proteger la piel no es una moda, es una necesidad médica y preventiva. Desde INESALUD te animamos a informarte, cuidarte y promover una cultura de protección solar responsable.
Y recuerda: el protector solar del 50 es tu mejor complemento, en la playa, en la ciudad y en cualquier estación del año.