Efecto terapéutico de los abrazos: una investigación reconfirma que el tacto calma el dolor

Efecto terapéutico de los abrazos

Alguna vez, cuando eras pequeño/a, alguien te cantó la canción del "sana que sana culito de rana". Traemos noticias para ti: no era un engaño, ni una estrategia de distracción; el efecto terapéutico de los abrazos y el tacto está demostrado científicamente. 

Una reciente investigación del Instituto Holandés de Neurociencia han analizado las formas en que el contacto físico (consensuado) puede beneficiar el bienestar físico y mental de una persona. Así que si alguna vez te has preguntado por qué un abrazo te puede hacer sentir mejor tras un momento triste o una caricia te ayuda a calmarte, este artículo es para ti. 


Escrito por María Fernanda Ramírez Ramos, periodista especializada en salud y redactora de INESALUD. 


A través de un análisis a gran escala, investigadores e investigadoras del Social Brain Lab (Instituto Holandés de Neurociencia y del Hospital Universitario de Essen) realizaron un metanálisis sobre 130 estudios internacionales que habían estudiado el impacto de las intervenciones táctiles o los beneficios terapéuticos de las caricias o abrazos. 

El estudio, publicado en la Revista Nature, confirmó lo que ya habían señalado investigaciones previas: el tacto mejora sustancialmente el bienestar físico y mental. Entre otras cuestiones, se reafirmó que aporta a la reducción del dolor, la ansiedad, la depresión y el estrés en los adultos.

"Nuestro trabajo ilustra que las intervenciones táctiles son las más adecuadas para reducir el dolor, la depresión y la ansiedad en adultos y niños, así como para aumentar el aumento de peso en los recién nacidos", señalan las conclusiones.

¿Cualquier tipo de tacto es beneficioso?

Uno de los resultados más relevantes de este análisis fue que se detectó que quienes más se beneficiaron del tacto fueron las personas con problemas de salud física o mental, más que los adultos sanos. En este contexto, una de las principales motivaciones de las y los autores fue comprender qué beneficios podrían tener las intervenciones táctiles, pues se podrían desarrollar terapias que las utilizaran.

En este punto, también era clave comprender si solo funcionaba el tacto humano. “¿Qué pasa si no tienes un amigo o pareja cerca que te abrace? ¿También ayudaría el contacto de un extraño o incluso de una máquina? ¿Y con qué frecuencia?", son algunas de las preguntas que Christian Keysers, director del Social Brain Lab, señala que abordaron.

El quién, cómo y por cuánto tiempo del contacto físico no pareció tener tanta importancia para obtener los beneficios. Sin embargo, la frecuencia de la intervención sí resultó fundamental. En este sentido, por ejemplo, los abrazos podrían ofrecer mayores beneficios terapéuticos si se dieran de manera frecuente, así se tratase de abrazos cortos. 

¿Y si me acaricia o abraza un robot?

Otro resultado interesante es que el contacto físico con objetos o incluso con robots puede ser útil para mejorar la salud física de algunas personas. Por ejemplo, una manta pesada, un peluche o un robot que proporciona contacto táctil pueden ser beneficiosos para aquellos que se sienten solos o que tienen condiciones médicas. 

Sin embargo, cuando se trata de la salud mental, parece que el contacto humano es más efectivo, especialmente el contacto piel con piel. Para problemas como la ansiedad o la depresión, el contacto emocional con otro ser humano puede ser más reconfortante y útil que el contacto con objetos o robots.

Aunque también hay un interés científico por saber si el contacto con animales podría tener beneficios similares, aún no hay suficientes estudios bien hechos para sacar conclusiones definitivas sobre este tema.

Esto demuestra que el efecto terapéutico de los abrazos y el tacto es un tema muy interesante. A la fecha, podemos concluir 3 cosas: 

  • Duración: Un abrazo de al menos 20 segundos parece ser el más beneficioso para obtener los efectos terapéuticos mencionados anteriormente.
  • Consentimiento: Es importante que el abrazo o la caricia sean consensuados y que ambas personas se sientan cómodas con él.
  • Frecuencia: Cuantos más abrazos mejor, ¡no tengas miedo de dar y recibir abrazos!

Formaciones recomendadas

Curso en Terapia del Dolor (Titulación Universitaria + 8 Créditos ECTS) 

Máster de Formación Permanente en Inteligencia Emocional y Salud 

Referencias

Packheiser, J., Hartmann, H., Fredriksen, K., Gazzola, V., Keysers, C., & Michon, F. (2024). A systematic review and multivariate meta-analysis of the physical and mental health benefits of touch interventions. Nature Human Behaviour, 1–20. https://doi.org/10.1038/s41562-024-01841-8

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