Nebulizador

Un nebulizador es un dispositivo pequeño que se usa para vaporizar medicamentos líquidos con el fin de que se puedan inhalar con facilidad.  Este proceso se logra gracias al uso de aire comprimido, que descompone los medicamentos en partículas pequeñas, permitiendo una absorción más rápida y eficiente. 

De esta forma, el nebulizador facilita que los medicamentos lleguen a los pulmones. Por esta razón, es un gran aliado en el tratamiento de diversas afecciones respiratorias, al igual que los inhaladores. 

Existen tres tipos principales de nebulizadores: 

  • De malla. El medicamento atraviesa una malla diminuta para formar un vapor fino. 
  • Jet. El aire comprimido transforma el medicamento en vapor, generando partículas diminutas que se dispersan en el aire. 
  • Ultrasónico. Mediante vibraciones de alta frecuencia, este tipo de nebulizador convierte el medicamento en vapor. Aunque las gotitas resultantes tienden a ser un poco más grandes, este nebulizador es conocido por su funcionamiento más silencioso. 

¿Para qué se usa un nebulizador?

El nebulizador es especialmente útil en el tratamiento de afecciones respiratorias como el asma, la bronquitis, la fibrosis quística, sinusitis y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Dependiendo del medicamento que se administre y las razones por las cuales es sugerido, el nebulizador cumplirá unos objetivos específicos.  

Por lo regular, en el nebulizador se usa alguno de los siguientes medicamentos:  

Antibióticos. Prescritos cuando el o la paciente enfrenta una infección respiratoria.  

Broncodilatadores. Con frecuencia usados en personas con asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Estos medicamentos abren las vías respiratorias, facilitando la entrada de aire a los pulmones y permitiendo la expectoración. 

Corticoides. Este tipo de medicamento desinflama las vías respiratorias y se receta a pacientes con tos. 

Mucolíticos. Recetados a pacientes que sufren de bronquitis aguda u enfermedades similares con acumulación de flemas en el pecho. Las nebulizaciones con mucolíticos ayudan a eliminar estas flemas del organismo. 

Solución salina estéril. Las nebulizaciones con agua salina contribuyen a abrir las vías respiratorias y a disolver las secreciones acuosas, facilitando la eliminación del exceso de mucosidad en los pulmones. 

Además, un nebulizador es fácil de usar y no requiere mayor esfuerzo de la persona que lo usa, porque solo debe ponerse la mascarilla y respirar. A su vez, no genera una mayor incomodidad o sensación extraña, por lo que son ideales para niños y niñas, y personas con enfermedad pulmonar grave.  

Por otra parte, cuando se enfrenta a una obstrucción de las vías respiratorias, el nebulizador actúa como un aliado poderoso al administrar medicamentos directamente en los pulmones, proporcionando alivio rápido y directo. 

¿Cómo se usa un nebulizador? 

Un nebulizador puede ser usado dentro de los centros sanitarios, pero también en casa. En especial cuando se trata de enfermedades crónicas. Si es tu caso, es fundamental que sigas algunas recomendaciones de uso.  

La correcta utilización de un nebulizador es esencial para maximizar la eficacia del tratamiento en enfermedades respiratorias. En primer lugar, antes de manipular el dispositivo, es crucial lavar las manos para prevenir la propagación de gérmenes.  

Luego, debes seguir las indicaciones médicas para medir y cargar el medicamento líquido en el nebulizador. Asegúrate de que todas las conexiones entre el compresor y el nebulizador estén bien ajustadas y coloca la mascarilla facial o boquilla según las instrucciones.  

Enciende el compresor y observa cómo se forma la niebla, inhalando profundamente a través de la mascarilla o boquilla durante el tiempo recomendado, generalmente entre 5 y 15 minutos. Una vez completado el tratamiento, apaga el compresor y desmonta el nebulizador para su limpieza y almacenamiento. 

Además, es vital seguir las instrucciones específicas de tu médico y del fabricante del nebulizador. Estos pasos simples garantizan que el medicamento se administre correctamente, facilitando la apertura de las vías respiratorias y proporcionando alivio en condiciones como el asma o la bronquitis.