Disfonía

La disfonía es un trastorno que afecta al timbre de la voz. Cuando esto ocurre, la voz suena ronca, débil o más grave de lo normal. Algunas personas lo llaman tener la “voz tomada”. A diferencia de la afonía, donde hay una pérdida de voz total, en la disfonía todavía se puede hablar, aunque con dificultad. Estar disfónico, además de ser molesto a la hora de comunicarse, puede ser señal de que hay algún problema con las cuerdas vocales.

Función de las cuerdas vocales

Las cuerdas vocales son dos bandas musculares ubicadas dentro de la laringe. Al hablar, estas bandas se juntan y vibran con el paso del aire, produciendo sonido. Si están inflamadas, dañadas o no se cierran correctamente, la voz puede sonar alterada, dando lugar a una disfonía o incluso una afonía.

Causas de la afonía y disfonía

Las causas de la afonía son variadas y muchas veces también están detrás de la disfonía:

  • Uso excesivo o inadecuado de la voz (gritar, hablar por muchas horas sin descansar)
  • Infecciones respiratorias (resfriado, laringitis)
  • Reflujo gastroesofágico (el ácido daña las cuerdas vocales)
  • Estrés o ansiedad
  • Cambios hormonales
  • Tabaco y alcohol
  • Exposición prolongada a ambientes contaminados o secos

Cuando la afonía es crónica, es decir, se mantiene por semanas o incluso meses, puede deberse a problemas más serios como nódulos, pólipos o parálisis de las cuerdas vocales. En estos casos, es fundamental consultar a un otorrinolaringólogo.

Disfonía funcional

Uno de los tipos más comunes es la disfonía funcional, que ocurre sin que haya una lesión visible en las cuerdas vocales. Es decir, las cuerdas están sanas, pero no se están utilizando de forma correcta. Esto suele deberse al mal uso de la voz.

Tratamiento de la disfonía

El tratamiento de la disfonía variará en función de la causa.

En casos leves, como después de un catarro o esfuerzo vocal, suele bastar con reposo vocal, una buena hidratación y evitar irritantes como el tabaco.

Cuando el problema se alarga, existen diferentes tratamientos para la disfonía, como por ejemplo:

  • Terapia de voz con un foniatra o logopeda: se enseñan técnicas de respiración, relajación y proyección.
  • Tratamiento médico: si hay infecciones, inflamación o reflujo, se recetan medicamentos para aliviar esos cuadros.
  • Cirugía: en casos más graves, como pólipos o nódulos que no responden a la terapia, puede ser necesario intervenir quirúrgicamente.

Es importante destacar que muchos de estos tratamientos también sirven para la afonía, especialmente cuando está relacionada con un mal uso de las cuerdas vocales.

Prevención de la disfonía

Aunque no siempre es posible evitar estos trastornos, hay hábitos que ayudan a mantener las cuerdas vocales saludables:

  • Beber suficiente agua (2 litros al día)
  • Evitar gritar o forzar la voz
  • No hablar en ambientes ruidosos sin micrófono
  • No fumar ni exponerse a humo
  • Descansar la voz si se siente cansada
  • Calentar la voz antes de cantar o hablar por largos períodos

Cuándo acudir al médico por una disfonía

Aunque normalmente los síntomas de la disfonía se pasan solos, en ocasiones es necesario recurrir a un especialista. Cuando se mantiene la voz tomada más de dos semanas o la pérdida de voz es frecuente, es necesario consultar a un médico.

Referencias

Vila, J. M. (2009). Guía de intervención logopédica en la disfonía infantil.

Rojas, J. A. C. (2018). Disfonía ocupacional en docentes. Revisión de la literatura. Acta de Otorrinolaringología & Cirugía de Cabeza y Cuello46(1), 62-70.