Bruxismo

El bruxismo es el término médico que se utiliza para designar la acción de apretar los dientes de manera involuntaria, especialmente durante la noche.

El bruxismo dental puede tener consecuencias si no se trata a tiempo. Se calcula que alrededor del 30% de la población lo sufre en algún momento de su vida. En este artículo te contamos qué es el bruxismo, sus causas, síntomas y consecuencias.

Causas del bruxismo

Las causas del bruxismo pueden ser variadas. Algunas de las más comunes son:

  • Estrés y ansiedad: Son los principales desencadenantes, en concreto del bruxismo nocturno.
  • Problemas de alineación dental: La mordida desajustada puede generar el hábito de apretar los dientes.
  • Trastornos del sueño, como la apnea del sueño.
  • Estilo de vida, como el consumo excesivo de cafeína, alcohol o tabaco.

¿Cómo saber si tengo bruxismo?

Muchas personas que sufren bruxismo no son conscientes de que lo padecen, sobre todo cuando ocurre durante la noche. Entonces: ¿cómo saber si tengo bruxismo?

Algunos signos y síntomas del bruxismo son:

  • Dolor o rigidez en la mandíbula al despertar.
  • Sensibilidad dental o desgaste visible en los dientes.
  • Dolor de cabeza frecuente, especialmente al despertarse. (Sí, el bruxismo da dolor de cabeza).
  • Dolor en el cuello o en los músculos faciales.
  • Ruidos al rechinar los dientes.
  • Interrupciones del sueño o sensación de cansancio al despertar.

En el caso de apretar los dientes despierto, las personas suelen hacerlo durante situaciones de estrés, concentración extrema o incluso al usar el teléfono o manejar. Este tipo de bruxismo es más consciente, aunque igualmente perjudicial.

Consecuencias del bruxismo

Aunque al principio pueda parecer solo una molestia, el bruxismo puede tener efectos a largo plazo. Estas son algunas de las consecuencias del bruxismo más comunes:

  • Desgaste dental: El constante roce y presión sobre los dientes puede erosionar el esmalte, provocando sensibilidad y debilitamiento.
  • Fisuras o fracturas dentales.
  • Problemas en la articulación temporomandibular (ATM), lo que puede derivar en dolor crónico y dificultad para masticar.
  • Dolores de cabeza, cuello y hombros.
  • En casos extremos, puede alterar la estructura facial y provocar dificultades al hablar o comer.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico suele hacerse a través de una revisión dental. El dentista podrá observar signos de desgaste o tensión en los músculos faciales. En algunos casos, puede recomendar una polisomnografía (estudio del sueño) para descartar trastornos asociados, como la apnea.

El tratamiento del bruxismo depende de su causa y gravedad, pero puede incluir:

  • Férulas o protectores dentales nocturnos: Dispositivos personalizados que se colocan durante la noche para evitar el contacto directo entre los dientes.
  • Terapia psicológica o manejo del estrés: Cuando el origen es emocional, aprender técnicas de relajación puede ser fundamental.
  • Reeducación postural y fisioterapia: Para aliviar la tensión muscular en cuello, espalda y mandíbula.
  • En algunos casos, el uso de medicación para relajar los músculos o controlar la ansiedad puede ser necesario.
  • Corrección dental o de la mordida, si el problema es estructural.

La importancia de actuar a tiempo

Muchas personas ignoran los síntomas o no los relacionan con el bruxismo, lo que puede llevar a diagnósticos tardíos y complicaciones. Si te identificas con alguno de los síntomas, como apretar los dientes despierto o despertarte con la mandíbula rígida, es recomendable consultar a un dentista.

Convivir con bruxismo

El bruxismo dental no tiene por qué convertirse en un problema crónico si se trata de forma adecuada. Hoy en día existen múltiples herramientas y tratamientos efectivos para controlar este hábito, mejorar tu calidad de vida y proteger tu salud bucodental.

El primer paso es reconocerlo. Si sospechas que puedes estar apretando los dientes, ya sea por estrés, tensión o por problemas del sueño, es momento de actuar. Recuerda que el bruxismo da dolor de cabeza, pero también puede quitarte la paz si no lo tratas a tiempo.