Kinesioterapia

La kinesioterapia o quinesioterapia es un método terapéutico, dentro de la rama de la fisioterapia, que utiliza técnicas relacionadas con el movimiento para curar. Es ideal para tratar problemas musculares y ofrecer tratamiento a ciertas enfermedades a través del movimiento. 

Hace parte de la terapia física y aplica los fundamentos de la kinesiología, cuyo fin es restablecer la normalidad de los movimientos de una persona. Para tal fin, hace un estudio del sistema músculo-esquelético, el cual brinda estabilidad, soporte y movimiento al cuerpo, y del sistema nervioso. No obstante, también contempla otros aspectos, como los factores emocionales. Por ejemplo, se evalúa cómo el estrés causa tensión en el cuerpo.  

La kinesioterapia ha convertido en una práctica fundamental para mejorar la calidad de vida de aquellas personas que enfrentan problemas de movilidad o desean perfeccionar la respuesta muscular, como quienes practican deportes de alto rendimiento.  

A través de la aplicación de técnicas activas o pasivas, la kinesioterapia busca fortalecer la musculatura, prevenir y tratar lesiones, y mantener la capacidad funcional normal.  

Tipos de kinesioterapia 

Existen diversos tipos de kinesioterapia, cada uno con objetivos específicos adaptados a las necesidades individuales de los pacientes.  

Kinesioterapia activa: involucra la participación voluntaria del individuo en los ejercicios. Dentro de la kinesiterapia activa, se distinguen dos ramas específicas: 

  • Activa asistida: En esta variante, el movimiento se lleva a cabo con la ayuda de un profesional de la salud que brinda asistencia durante la ejecución. 

  • Activa libre o resistida: En este caso, el movimiento se realiza enfrentando una resistencia, como la proporcionada por una banda elástica, una pesa, una cuerda u otro instrumento. 

Kinesioterapia pasiva: En este enfoque, los movimientos no son ejecutados voluntariamente por el paciente, sino que son inducidos por un profesional de la salud a través de torsiones, flexiones, presiones o tracciones. Así, el o la terapeuta es quien guía y controla los movimientos de manera externa. 

Es fundamental señalar que, aunque estos enfoques representan distintas formas de kinesiterapia, su elección dependerá de la condición y necesidades específicas del paciente. La kinesioterapia activa puede ofrecer un mayor grado de participación y fortalecimiento, mientras que la pasiva puede ser más adecuada en situaciones donde la autonomía del paciente se ve limitada. La combinación de ambas modalidades puede ser beneficiosa para un enfoque integral en el tratamiento de diversas condiciones físicas. 

Beneficios de la kinesioterapia 

Fortalecimiento muscular 

La kinesioterapia, mediante la combinación de ejercicios activos y pasivos, se ha destacado como un método que fortalece la musculatura. Las flexiones, presiones y movimientos controlados no solo mejoran la fuerza, sino que también perfeccionan la respuesta muscular, permitiendo a los pacientes recuperar rangos de movimientos normales o deseables para su condición.  

En este contexto, la kinesioterapia es un tipo de terapia efectivo para aplicar tras algún traumatismo o en un proceso de rehabilitación física.  

Kinesioterapia respiratoria para mejorar la capacidad pulmonar 

 Por otra parte, esta disciplina desempeña un papel crucial en el tratamiento de enfermedades respiratorias, ya que existen ejercicios específicos que contribuyen a la expansión pulmonar y al mejoramiento de la capacidad respiratoria. Este tipo de kinesioterapia es usado especialmente en pacientes con fibrosis quística, desde la niñez, o en pacientes con EPOC. 

Alivio del dolor y de la rigidez articular 

 Al evitar la rigidez articular a través de ejercicios específicos, la kinesioterapia promueve una movilidad óptima y contribuye a restaurar la capacidad funcional, permitiendo a los individuos realizar actividades diarias de manera más eficiente.  

Asimismo, se ha demostrado que es efectiva para tratar el dolor muscular crónico, como el que sufren las personas con fibromialgia. No obstante, a través de técnicas específicas, la kinesioterapia también se pueden eliminar dolores y tensiones leves, como las provocadas por las malas posturas en el trabajo.  

Mejora de la elasticidad muscular 

Favorece el aumento de la elasticidad en los músculos, lo que no solo facilita el movimiento, sino que también contribuye a prevenir lesiones. A su vez, ayuda a recuperar el cuerpo tras ejercicios de alta intensidad.  

Mejora de la motricidad, coordinación y postura corporal 

La kinesioterapia trabaja en la mejora de la motricidad y coordinación, contribuyendo a una postura corporal más adecuada y al desarrollo de habilidades motoras. Esto es especialmente útil en pacientes con Parkinson u otras enfermedades neurodegenerativas.  

Referencias  

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